domingo, 19 de abril de 2009

Mohínes


Sutiles, encantadores, apenas insinuantes.

Despiertan el deseo y avivan las fantasías adormecidas.

Exacerban los sentidos y provocan todo tipo de sensaciones.

Gestos femeninos por excelencia, mohínes.
Como ese rozarme los labios con la punta de los dedos, que sugiere el deleite que me produce sentir por anticipado cuánto voy a disfrutar al llevar a cabo mi próxima travesura.

1 comentario:

Mar. dijo...

es imposible no sentir/hacer todo eso que me decís.. de hecho, es lo que me lleva a no negarme a hacerlo.

solo que a veces debo hacerlo cuando no estoy en muy buen estado de ánimo.. y eso hace que no me salga con la magia que a mi me gusta.

(me gustan tus poéticas palabras)